El primer día, tras un viaje lleno de sopresas con parada incluida en Peñafiel (¡qué bonito es su castillo!) llegamos emocionados y un poco cansados pero en seguida nos animamos con todas las actividades que nos tenían prepadadas.
Empezamos con un taller de Scratch. Con este programa hemos podido adentrarnos en el mundo de la programación informática de una forma clara, sencilla e interactiva, adquiriendo habilidades útiles para cualquier ámbito a nivel educacional.
Después el taller de robótica, con él nos iniciamos en el desarrollo de habilidades, capacidades y competencias clave a través de la resolución de pequeños retos de aprendizaje mediante el uso de la robótica y la tecnología.
Finalmente, tuvimos tiempo de descanso, juegos y hasta una sesión de cine.
Seguiremos informando de esta experiencia...